viernes, 30 de agosto de 2013

LOVE IN DANGER!♥

Publicadas por Ale Mg' a la/s 8:41 p.m.
Hola!! (:  Aquí con un nuevo uhmmm... pensaba hacerlo one-shot, pero ya me salió para más, así que ahora con un fic que espero y les guste, los personajes son completamente míos, la idea también, por lo cual les pido que si alguien toma este texto y lo comparte en algún otro sitio web, por favor avíseme y dé los débidos créditos, sin más que decir... ¡TIME TO WRITE!

CAP. 1 Enamorada.


Ya no podía continuar con este estilo de vida, hace mucho tiempo que había dejado de amarlo, de hecho desde que él dejo de amarme, mi amor por él fue disminuyendo más y más, pero nunca quise afrontarlo, estaba tan acostumbrada a él que yo simplemente no concebía una vida sin él, pero ya había aguantado suficiente, no podía seguir aferrándome al pasado.

-¡Gabriel, Gabriel! – dije tocando desesperadamente la puerta, si no se apresuraba en abrirme “él”  me encontraría y mi iría muy mal - ¡Gabriel, por favor ábreme! – dije cada vez más desesperada, no sé si era yo o el hecho de que cada día me volvía más loca, pero podía jurar que escuchaba sus pasos acercarse a mí - ¡Ga…!

-¿Qué pasa Gina? – Un Gabriel preocupado apareció al otro lado de la puerta. Sin quererlo, mi vista se paseó por toda su persona y descubrí que estaba lleno de finas gotas, su cabello castaño estilaba agua, que le corría por esa espalda ancha y marcada, sus pectorales estaban al descubierto y podía ver su firme abdomen, en su cadera una sencilla toalla blanca atada, sus pies descalzos.

-¿P…Puedo pasar? – dije algo cohibida por el hecho de que, al parecer, lo había encontrado tomándose un baño.

-¡Caray! – se pasó una mano por el cabello, mientras que por la otra me tomaba de mi muñeca izquierda y me hacía pasar a su departamento, cerró la puerta y mi presión quedó detrás de ella, bueno solo una parte -¿Me vas a decir qué sucede?

-Es… Kevin.

-¿Kevin? ¿Qué, Kevin?

-Kevin, mi novio.

-¿Tienes un novio? – se supone que debía sonar a pregunta pero sonó a una mezcla de afirmación, duda y sorpresa. Asentí con la cabeza, la cual aun no podía levantar por la pena… ¡prácticamente estaba desnudo frente a mí!

-¿Y qué pasa con tu novio?

-Sabes… creo que deberías regresar a la ducha, no es correcto que hablemos así – Él al parecer había olvidado que estaba desnudo a la mitad de su sala, posó una mano en su cadera y sonrió de medio lado.

-Ah, cierto… Ya vengo.

Gabriel era un amigo que había conocido hace unos 3 años, 4 años después de que había empezado a salir con Kevin, ninguno de los dos sabía de la existencia del otro, alguna vez se lo mencioné a mi novio, pero no le tomó importancia. Ahora en cambio, estaba segura que si le llegaba a mencionar si quiera su nombre lo buscaría y lo golpearía.

Gabriel es alto, unos 7 cm más que ello, tez morena clara, cabello castaño y corto, tiene unos ojos finos, especiales, es algo delgado para su complexión, pero eso no quita que está bien trabajado, pero eso no es lo importante, lo importante aquí es que es alguien que siempre me ha ayudado, aun a pesar de que no se lo pida y es por eso que nos hemos hecho tan íntimos. Frente a los demás finge dejarme en ridículo o siempre está peleándome, pero cuando se trata de algo serio, es el primero en preocuparse por mí y mi persona. Confío ciegamente en él y él sabe que puede confiar ciegamente en mí.

-Hablemos, ¿ahora qué te paso? – dijo saliendo de lo que al parecer, era su cuarto. Se estaba secando el cabello con una corta toalla alrededor de su cuello.

-Kevin y yo nos conocimos hace aproximadamente 8 años y desde hace 7 que estamos saliendo – no dijo nada, pero qué esperaba que dijera – No te lo dije antes porque…

-No te pregunté el por qué o ¿sí?

-A veces puedes llegar a ser muy frío – exclamé.

-Continua – torcí los ojos y continué mi historia

-Hace 2 años él cambió, se ha vuelto más posesivo y violento, cada vez toma más y más de mi vida, hasta el punto que ya no tengo vida. 
Ahora estoy huyendo de él, porque no entiende que no quiero seguir así… me tomó mucho tomar esta decisión pero creo que es la correcta, sin embargo el amenazo con buscarme si me iba de nuestra casa.

-¿Estaba viviendo juntos? – Cómo ni siquiera me estaba viendo, pensé que no me estaba poniendo atención, pero su reacción me dejo en claro, que sí lo estaba. Asentí – Ok… me siento engañado.

-¿Engañado? – me aventuré.

-Sabía que algo no andaba bien contigo Gina, ¿Con quién crees que estás hablando? No sabía que tuvieras un novio, pero me suponía que podía ser algo parecido… te lo he dicho antes, tu eres una ventana para mí. Transparente. Pero ¿viviendo con el problema? Eso nunca lo vi, me mentiste, totalmente.

-No te mentí, solo te oculté lo que me pasaba porque no creí que te importara.

-Pues me importa. Dejemos el tema hasta aquí por favor – dijo al enfadado - ¿Qué vas a hacer con respecto a ese tipo Kai, Ken o lo que sea?

-Kevin – aclaré – me salí de la casa Gabriel, es lo que hice, no puedo hacer más.

-¿Entonces por qué has venido a mi departamento? - ¿Uh? Abrí los ojos por completo… ¿A qué había venido? ¿A contarle mis problemas? Pero si creía que no le importaba. Una voz interna me dijo: “A qué te protegiera”. Pero no podía ser por eso él no tenía la obligación de hacerlo, era mi problema no el de él, entonces ¿Qué estaba haciendo aquí? Se levantó del sillón y caminó hacia la puerta – Puedes quedarte aquí.

-¿Eh?... ¡No, como crees! Yo puedo pedirle a una amiga que me acepte por unos días mientras junto dinero para una renta.

-¿Acaso no viniste por esto? – dijo girándose hacía mí.

-No, yo solo quería….

-Estaré más tranquilo si te quedas aquí. Anda vamos – me lanzó un suéter suyo, mientras que él tomaba otro del perchero.

-¿A dónde? – Salir de estás cuatro paredes no me motivaba en lo más mínimo, y no es que estuviera haciendo un frío del demonio allá fuera, sino que justo afuera se encontraba el demonio en persona

-Iremos a comprar la despensa, ya no solo tendré que alimentar a mi persona, además seguro quieres ir por un cambio, te saliste sin nada, que clase de “fuga” es esa – dijo sarcástico.

-No, yo mejor te espero aquí y en serio no puedo quedarme en tu departamento – una ceja se enarcó en su rostro, estaba empezando a disgustarse, pensé - ¿Gabriel? – caminó a grandes zancadas hacía mí, me tomó de la muñeca y me jaló consigo a la puerta, yo puse toda la resistencia que pude pero él era más fuerte que yo – No, espera… ¡espera por favor! – le grité entre lágrimas.

-Hay algo que no me has contado y me temo, es lo más grave. Le tienes miedo ¿cierto?, ¿por qué  temerle, te ha golpeado? – dijo con esa caria seria que pone cuando está realmente preocupado por mí.

-Yo….

-¿Te ha golpeado? – dijo una octava más alta – bajé la vista hacía mis pies, ¿cómo podía decírselo? – Ese hijo de… ¿por qué es qué le permitiste que te golpeará? Gina, tuviste que haber salido de ahí desde el primer momento. Vamos a ir a tu casa por tus cosas y sin rechistar, te quedas en mi casa – ahora estaba molesto, pero no conmigo. No. 

Conmigo nunca se molestaba en serio.

En todo el trayecto hacía al súper nunca soltó mi mano y a pesar de que estuviéramos a 5°C, podía sentir un calor emanar de su mano izquierda, justo ahora sentía como si todos nos vieran como una pareja, cuando simplemente éramos un par de amigos.

-Voy a ir a buscar algo de leche y jugo, ¿puedes ir por algunas verduras? No me disgusta ninguna, así que lleva las que quieras – soltó mi mano y sentí como si se llevará parte de mi alma consigo, rápidamente volvía a estirar mi mano en búsqueda de la suya y entrelacé mis dedos con los suyos.  Él se giró rápidamente a mi agarré y luego a mí , resopló.

-Ah… uh… lo siento, yo… - solté su mano y la guardé en la bolsa del suéter que me había prestado, volteó hacía el frente y me sentí como una completa idiota, ¿Qué había hecho?

-Qué le vamos a hacer – sacó mi mano del bolsillo y la juntó con la mía 

– solo alentarás las compras – lo miré,  ¿Por qué hacía esto por mí?
Mi corazón latió rápidamente, mis mejillas ardieron y me sentí como hace 7 años no me sentía… “enamorada”
Continuará... Ale Mg'.


0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Time to Write Copyright © 2012 Design by Antonia Sundrani Vinte e poucos